Seguidores

lunes, 14 de marzo de 2011

Yo misma.

He cambiado, ya nos soy como lo era antes. Y no es porque haya encontrado la madurez, la felicidad…en realidad no sé por qué no soy como lo era antes, no sabría decir que es lo que ha cambiado, pero una pequeña parte de mí, una pequeña pero vital parte, ha muerto, y con su muerte se ha llevado todo lo demás. Ya no soy lo que era antes, esa chica alegre y jovial, ya no río por todo, hay veces que caigo en un bucle de tristeza demoníaca que me envuelve.
Ahora simplemente me quedo en esta habitación oscura, negra, y silenciosa, mortalmente silenciosa. No salgo, no voy a ningún lado, no quedo con mis amigos, no, eso ya no lo hago. Simplemente lloro, grito y maldigo al mundo por ser tan cruel, la vida no tiene ese derecho a hacerte sentir el rey del universo, hacerte creer que podrás ser feliz e importante, y de repente hacerte caer, golpearte con el suelo, y hacerte sangrar la nariz. No, definitivamente no puede, yo no firmé ningún papel donde diera a la vida ese derecho. Ya no hago nada, salvo llorar y tirarme los días en una mortífera depresión, algo en mí se ha ido. Esa inocencia, esa creencia que me decía que todo esto era felicidad, que todo esto era precioso, todo eso se ha ido, ha salido corriendo y no parará hasta llegar a Groenlandia.
Porque una pequeña parte de mí sea muerto.
No sé, quizás las cosas mejoren con el tiempo, y otra parte de mi ser la reemplace, ocupe el vacio que ahora hay en mí. Pero mientras tanto, seguiré en esta habitación velando la muerte de una pequeña parte de mí. A esa habitación le he dado un nombre, yo misma


miércoles, 9 de marzo de 2011

Día 67

Hoy es un día de esos que me encantan, hoy es un día de viento. Mi persiana no para de moverse violentamente y el viento, incesante, no para de aporrear mi ventana.
Me he enfundado en mis vaqueros de pitillo, mi camiseta roja nueva con un cubo de rubiks plasmado en medio de esta. No tengo ganas de pasar frío así que me pondré mi chaquetón, ese blanco y mullido, con el gorro de pelo artificial por supuesto, no me gusta matar, despellejar o hacer sufrir a los animales para vestir a humanos que más bien son animales con piel humana. Ese chaquetón que tenía guardado en el armario desde hacía varios meses, y que ahora al final lo iba a aprovechar.
Ya por la tarde, cuando llegué a mi casa del instituto, me puse a hacer la tarea rápido, porque me tenía que leer un libro de francés,porque mañana era el examen y aún no había empezado a leerlo. Abrí un traductor en Google, para poder traducir las palabras que no conocía, pero.....la luz se fue. ¿Qué es lo que había pasado? Si apenas había encendidos aparatos electrónicos, no sé que podrá ser. Deberé salir a la calle a ver si los vecinos tienen luz o no, y hace demasiado frío, no tengo ganas de salir.
A todo el mundo se le fue la luz, bueno al menos ya sé que no fue culpa mía. Volveré a encender el ordenador. Cuando ya estaba otra vez encendido, se volvió a ir la luz. "Esto no puede ser, esto es un broma", pensé. Así que cogí un diccionario, una linterna y mi manta y me subí a mi cuarto para leer, ya no me volvería a pasar lo mismo, ahora estaba preparada. Cuando estaba por el capítulo 3 me dormí. Y a la media hora desperté, me lo tenía que leer para antes de las 9 ese era mi propósito. Suelo ponerme metas para así esforzarme más y conseguirlo. Menos mal que no se volvió a ir la luz, y para las nueve ya había terminado de leerme el libro, había cumplido mi propósito. Pero no me enteré muy bien de la historia así que llamé a una amiga, Celia, ella seguro que se ha enterado, si tengo una la idea principal pero no muy desarrollada, y para asegurarme la llamé.
En definitiva mi día de hoy, no ha sido muy ajetreado, una piedra hubiese tenía más emoción que mi día pero, a mí no me ha disgustado del todo, porque dentro de lo que cabe ha sido un día bueno. No he pasado frío, me he leído el libro, y además me he divertido con el apagón, me gustan los apagones, son divertidos, estás tranquila, en tu monótono y aburrido día y sin un previo aviso, zás, se va la luz. Siempre me gustaron los apagones y hoy más, me han divertido el día. Porque el ver a las personas asustadas por la oscuridad, corriendo a encontrar una vela o linterna que les ilumine hasta que vuelva la luz, eso me hace feliz, me divierten esos momentos de oscuridad.
Siempre vuestra, Wasauski.

martes, 8 de marzo de 2011

Día 66

Hoy va a comenzar una nueva etapa para mí. Voy a escribir  todos los días, o por lo menos intentarlo. Previamente antes de empezar con mi pequeña locura, quisiera que me conocieseis mejor, aunque ni yo misma me conozco del todo.
No sé como expresarme con claridad, la mayoría de las personas no sé si me comprenderán, pensarán que soy un bicho raro, pero a mí no me importa lo que piensen la mayoría de las personas, sólo hay un  pequeño grupo de personas a las que quizás sí les hiciese algo de caso.
Suelo estar la mayoría del tiempo sonriendo cuando menos, y riéndome a carcajada limpia por cualquier tontería. Y sé lo que estáis pensando pero, no, no me fumo nada, ni bebo, me quiero considerar una persona abstemia. Y aunque suelo repetir muchas veces la misma cosa, gritar demasiado, y hacer el tonto las 16 horas que estoy despierta, consideradme una persona medio-cuerda, ya que hay algunas veces, en esas 16 horas, en las que no suelo decir estupideces.
Yo soy de las que ven la botella medio llena, aunque me consideran una dramática. Me encanta el chocolate, los bollos, los helados y las chuches. Los chicles de menta mis favoritos. Adoro las películas de miedo y con sangre, aunque me enamoran las películas románticas y de dibujos. Nunca me ha dado miedo la oscuridad, es más adoro la noche, el invierno, la lluvia y el viento. Me encantan esos días de frío invernal en los que sólo estás tú, tu manta, una buena película y un buen bol de palomitas, aunque no me importa compartir esos días con alguien.
Me encanta dar y recibir abrazos, aunque no lo diga, tengo mucha vergüenza en cuanto a esas cosas, los “te quiero” o esos detalles que no tienen un alto precio pero un valor sentimental incalculable, me encantan, y me derrito con tan solo que me susurren en mi oído algo bonito.
Me gusta que me digan piropos, como a cualquier chica, pero sin pasarse, porque odio la gente pelota, al igual que odio a las arañas y a las personal petulantes y dominantes. No me gusta estar dirigida por nadie, me gusta vivir mi vida a mi manera, en eso sí estoy de acuerdo con Frank Sinatra, al que adoro y admiro, “¿Arrepentimientos? He tenido unos pocos, pero no obstante, muy pocos como para mencionarlos. Hice lo que debía hacer y lo hice sin cargos de conciencia.” Me siento identificada con esta canción, debo reconocer que me encanta Frank Sinatra, algunas canciones de AC DC  y QUEEN y sobre todo el estilo pop-rock es el mío, y las canciones antiguas, y no me avergüenza reconocerlo.
A veces puedo ser muy cansina y cargante, por eso pido perdón por todos esos momentos, en los que me habéis aguantado cuando me deberíais haber pagado una buena bofetada.
Me encanta la playa y la nieve, la lluvia pero adoro los días de sol, el ruido, el gentío y el sonido de los claxon de los coches, pero también me gusta la calma.  Ya lo sé, puedo ser bastante contradictoria, pero así soy yo, tomo las decisiones en cero coma, pero también suelo pensar cual sería la decisión más acertada, aunque la mayoría de las veces la cago. Soy de las que piensas que las elecciones importantes serían más pasajeras y divertidas si las hiciésemos a pito pito, y lo admito, hay veces que lo hago.
Suelo escribir, aunque mis textos no son buenos, pero eso me relaja y es ahí donde verdaderamente puedo ser yo misma, sin preocuparme del qué pensarán o el qué dirán, y expresar lo que siento. Estoy escribiendo un libro, y aunque no se publique, que será lo más probable, para mí será mi bebé, mi libro bebé, mi consentido, y lo imprimiré y lo encuadernaré, porque me sentiré muy orgullosa de enseñar a mis hijo, nietos, vecinos y en definitiva cualquier persona que se me pase por delante mi libro.
Sí, en definitiva soy rara y difícil no, dificilísima de entender, pero para compensar eso soy muy cariñosa y feliz. Hay personas que me conocen lo suficiente como para hacer mi biografía, esas personas son las que mientras han estado leyendo esto han ido imaginándome a mí, a mis locuras, mi sonrisa, mis pensamientos y comentarios. En definitiva los que con cada palabra, con cada frase hecha, me han visto, me han reconocido entre cada una de esas líneas, en cada una de esas palabras, y se han visto a ellos mismos en esas tardes conmigo y los demás. Que aunque no diga nombres sabéis, que sois vosotros.
Siempre vuestra, Wasauski.