Seguidores

martes, 23 de agosto de 2011

-Y ahora ya no estás.

Y te echo de menos, echo de menos despertarme de madrugada para comprobar que sigues conmigo, llamarte mil veces para despertarte y que tú sigas durmiendo, ir a desayunar yo sola y volver a la cama para seguir durmiendo contigo. Echo de menos las horas muertas tumbados en el sofá abrazados, las noches enteras hablándote mientras tú me tocas el pelo, salirnos al porche por la noche, mirarnos y decirlo todo con esa simple mirada, cantar a dúo en el baño mientras tú te lavas los dientes y yo me cepillo el pelo. Echo de menos que te piques conmigo por cual quie cosa y vengas nada más terminar de hablar a pedirme perdón y que me des un beso que me deje sin aliento, jugar a pillarnos el uno al otro en la playa, estar seca en la orilla y que tú, empapado desde el último pelo de tu cabeza hasta la uña del dedo meñique del pie, te tumbes encima mía, comprar helados y que siempre se me derritan porque estoy demasiado ocupada mirándote. Y ahora ya no estás aquí, no estás conmigo, y te echo de menos.
[enviar mensaje]
pi-pi-pi
Me giré y estaba ahí, me cogió entre sus brazos y me besó, por un momento creí que me iba a arrancar la boca, pero eso me daba igual, él había vuelto, sano y salvo, menos mal que no le pasó nada en esa estúpida guerra, pero no tendría más problemas con aquello nunca más iba a soltarlo y dejar de besarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario