Seguidores

viernes, 6 de enero de 2012

Recordar a veces duele,

pero me ayuda a recordar que sigo viva.


Porque de repente notas que tus ojos empiezan a derramar lágrimas por que sí, la garganta se te seca, no puedes pronunciar ni una triste sílaba y sólo consigues realizar un grito ahogado. Y entonces, desesperadamente miras a tu alrededor para descubrir el motivo de porqué te comportas así. Y te das cuenta. Lo ves. Tu otra mitad, de la que sabes más cosas que de ti misma, con la que has compartido todos y cada uno de los momentos clave en tu vida. La que, sin hablar podías saber perfectamente lo que estaba pensando. Y ahora lo ves mirando hacia otro lado, apartando la cara para no mirarte. Y es que tu subconsciente se dio cuenta de que estaba él antes de que tus ojos se dieran cuenta, y es que aún tienes esa unión con él. Todavía no lo has olvidado, y créeme cuando te diga que nunca conseguirás hacerlo, por que tú no quieres echarlo de tu vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario